[vc_row][vc_column][vc_single_image image=»2785″ img_size=»full» add_caption=»yes» alignment=»center» onclick=»zoom»][vc_separator color=»green»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]La Vega de Granada es su mar interior, una frontera que ha dado forma a la ciudad. Hasta el gran crecimiento de los pueblos del cinturón metropolitano, la gran fertilidad de estas tierras hizo de barrera para la expansión.
Hoy en día, aunque fragmentada por los pueblos, carreteras y circunvalación, aún conserva en muchos puntos su esencia: la mezcla de naturaleza y cultivos, salpicada de pueblos que viven de la ganadería y sobre todo, la agricultura. Tierras codiciadas desde antiguo por su riqueza, muchos de los pequeños pueblos tienen origen en grandes fincas de la aristocracia local, desde tiempos nazaríes e incluso romanos.
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Pasear la Vega de Granada.
Los caminos de la Vega son carreteras comarcales estrechas, y caminos de tierra que llevan a cortijos, caseríos u otros pueblos. Son un paseo estupendo que realizar y disfrutar del verdor y el ambiente agrícola, muy frecuentadas por ciclistas.
Pero se debe circular con prudencia porque la gente del lugar conduce con soltura como suele ocurrir en carreteras secundarias, y los sustos son frecuentes. Además circula maquinaria agrícola como es natural, hay animales que pueden cruzarse, etc.
Pero un paseo para ver el atardecer entre los campos de cultivo, o entre las choperas, es realmente una experiencia agradable. Incluso saliendo desde la misma Granada, pues la Vega comienza apenas pasada la Circunvalación. Podéis probar a tomar una scooter o bici de alquiler, como las de MotoCity Rent o las que encontraréis en cualquier punto de la ciudad para activar por móvil.
Y si os gusta ver estas fotos que publico cada semana, no tenéis más que buscar con la etiqueta fotografía de la semana.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
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