[vc_row][vc_column][vc_column_text css=».vc_custom_1542057286635{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 10px !important;padding-right: 10px !important;padding-bottom: 10px !important;padding-left: 10px !important;border-left-color: #497b0d !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #497b0d !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #497b0d !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #497b0d !important;border-bottom-style: solid !important;}»]Visitar la Cartuja de Granada no es tan raro, pero aún así sigue siendo un monumento menos conocido de lo que merece. La diferencia entre lo que parece y lo que uno encuentra, esa cosa tan granadina de esconder tesoros tras una apariencia común, se cumple una vez más en esta maravilla del barroco.
No quiero desvelarte nada antes de tiempo, lo mejor es que empieces ya tú mismo a descubrir uno a uno los motivos. Al final del post te doy toda la información práctica sobre precios, ubicación, etc.[/vc_column_text][vc_column_text]Os recuerdo que esta es una ciudad de secretos, no la vais a conocer en uno o dos días; así que si os estáis planteando una escapada os dejo este enlace para buscar alojamiento en Granada.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_icon icon_fontawesome=»fa fa-book» color=»custom» background_style=»rounded-outline» background_color=»green» align=»center» custom_color=»#497b0d»][vc_column_text css=».vc_custom_1542057728443{background-color: rgba(73,123,13,0.5) !important;*background-color: rgb(73,123,13) !important;}»]
¿Por qué visitar la Cartuja de Granada?
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text css=».vc_custom_1542057855845{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
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El factor sorpresa.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Pues si, como ya te decía la sorpresa no es pequeña. Los visitantes suelen decepcionarse tras las primeras salas, pensando que no es nada más allá de otro monasterio de tantos… Pero cuando llegan a la iglesia, ahí amigos míos es cuando se abre la boca.
Por fuera adusta, por dentro joyero. No es casual que esté considerada una obra cumbre del barroco español, junto a otros dos monumentos granadinos de los que también os he hablado: la Basílica de S. Juan de Dios y el Camarín de la Virgen del Rosario.[/vc_column_text][vc_single_image image=»3151″ img_size=»full» add_caption=»yes» alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text css=».vc_custom_1542058046591{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
2. Los empedrados.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Tras pasar el postigo de entrada encontraréis una explanada con motivos geométricos y escenas de corridas de toros y lucha. Se trata de ejemplares originales de empedrado granadino y datan de los SS. XVI y XVII.
Tendréis la mejor vista de las escenas desde lo alto de la escalera imperial que sube hacia la entrada.[/vc_column_text][vc_single_image image=»3152″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text css=».vc_custom_1542058297814{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
3. Por la sensación de calma.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]La Cartuja de Granada, aunque exclaustrada, no deja de ser en esencia un monasterio y no de cualquier orden. Los cartujos tenían voto de silencio, y una vida dedicada al trabajo y la oración.
Eso ha quedado impregnado en su claustro pequeño (el principal fue vendido y demolido en el S. XIX) y las estancias que lo rodean. La serenidad del sitio es algo que se siente y que se agradece.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»3153″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center»][vc_column_text css=».vc_custom_1542058614924{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
4. Por la obra de Sánchez Cotán.
[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=»1/2″][vc_column_text]Fray Juan Sánchez Cotán fue un monje cartujo que, aunque nacido en Orgaz (Toledo) en 1560, decidió dejar su prometedora carrera de pintor e ingresar como religioso. Buena parte de su vida la pasó en la Cartuja de Granada, donde se conserva la mayor colección de su obra, repartida también por varios museos del mundo.
Por lo tanto cuando visitáis éste monumento, no sólo visitáis un monasterio; también puede considerarse un museo de la pintura de Sánchez Cotán, autor del famoso “Bodegón del cardo” del Museo del Prado.
Su maestría en la perspectiva y la pintura os sorprenderá en el crucifijo del refectorio. Pintado con tal realismo que se decía que hasta los pájaros intentaban posarse en él.[/vc_column_text][/vc_column_inner][vc_column_inner width=»1/2″][vc_single_image image=»3154″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d»][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text css=».vc_custom_1542134095816{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
5. La calidad de la artesanía.
[/vc_column_text][vc_column_text]Una de las características más sorprendentes de la Escuela Granadina es que, a pesar de desarrollarse en una ciudad empobrecida, tiene una altísima calidad y preciosismo en sus obras.
Y una de las cosas que más llama la atención a los visitantes de esta cartuja, es la belleza de las puertas taraceadas de la iglesia, y los muebles de la sacristía. Obra de Fray José Manuel Vázquez en el XVIII, son una obra maestra de este arte granadino de la taracea, realizadas con maderas nobles, plata, marfil y nácar.
Pero hay que fijarse en todo: yeserías, policromía, intarsia de mármol, dorado… La perfección de los maestros artesanos brilla en la Cartuja de Granada con todo su esplendor.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_single_image image=»3157″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d»][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css=».vc_custom_1542134148774{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
6. Por sus alucinantes techos.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Las yeserías, cúpulas y pinturas que decoran los techos de la iglesia, sagrario y sacristía, son sencillamente espectaculares. Es imposible no doblar el cuello para mirar con asombro tanta capacidad decorativa y tanta imaginación.
A mí personalmente me gustan especialmente los de la sacristía, hechos como si fueran franjas de tejidos preciosos en estuco, con relieves y decoraciones propias de telas de lujo de la época.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»3158″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css=».vc_custom_1542134387993{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
7. Por la belleza de su escultura.
[/vc_column_text][vc_column_text]El 7º motivo para visitar la Cartuja de Granada nos trae obras de maestros barrocos como Risueño, José de Mora y Duque Cornejo.
Incluso esculturas menores de carácter decorativo como la que veis en la foto, tienen un bellísimo rostro y un acabado perfeccionista. La Escuela Granadina no escatima buen hacer ni siquiera en elementos secundarios.
Especialmente valioso es el San Bruno de Mora, situado en el sagrario, considerado una obra maestra.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»3159″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css=».vc_custom_1542134817525{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
6. Por su templo.
[/vc_column_text][vc_column_text]La preciosa iglesia sorprende por sus recargadas decoraciones en blanco, pero no os engañéis. Los estucos y yeserías quedaron preparados para ser dorados y policromados, pero faltó el dinero para acabarlos. Motivo por el que lucen ese blanco que contrasta, y muy bien, con los recargados suelos, puertas y altar mayor.
Aunque muy decorado, es el espacio más sereno de los tres que componen esta obra cumbre del barroco en España.
Las particiones internas del templo se deben a que la orden cartuja no permite la convivencia de legos y religiosos en un mismo espacio. Por eso las puertas que cierran el altar mayor y coro, exclusivo de los cartujos, del resto de espacio y capillas menores, desde donde los fieles podían asisitir a oficios y misas.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»3160″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_row_inner][vc_column_inner][vc_column_text css=».vc_custom_1542135199039{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
9. Por su sagrario.
[/vc_column_text][vc_column_text]El sagrario o santa santorum es de una riqueza y belleza deslumbrante. Concebido casi como un camarín, la composición parte de un manifestador central en forma de baldaquino de mármoles y esculturas, alrededor del cual se puede deambular.
La entrada desde el altar mayor es de destacar, pues se trata de un novedoso cerramiento acristalado, un tabique de cristales. Hoy en día nos es tan familiar que puede pasarnos desapercibido, pero debemos pensar que se hizo en el S. XVIII. No era una solución nada común: ni fácil de ejecutar (hay que realizar toda una estructura de marcos de hierro,) ni barata debido al precio de los vidrios.
El baldaquino central, rematado por la alegoría de la fé, juega además con la luz, que entra tanto desde una ventana posterior como desde la falsa cúpula superior. Y elevar la vista y pasar de las maravillosas esculturas a las pinturas murales, es una gozada. Todo hasta rematar en la escena de apoteosis del “Triunfo de la Eucaristía con San Bruno” de Antonio Palomino.[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»3161″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text css=».vc_custom_1542135462364{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: solid !important;}»]
10. Por la sacristía.
[/vc_column_text][vc_column_text css=».vc_custom_1542135498185{border-bottom-width: 1px !important;border-bottom-color: #659b91 !important;border-bottom-style: dotted !important;}»]El último de los motivos para visitar la Cartuja de Granada, es personalmente mi favorito. Todos hemos oído hablar del Síndrome de Stendhal… Pero, ¿habéis escuchado el efecto sacristía de la Cartuja? No porque el nombre me lo he inventado yo, ja ja ja. Pero ya me diréis si os pasa a vosotros también.
Cuando entro en este espacio y empiezo a caminar, entre el damero del suelo puesto al bies y los recargados estípites de las paredes, no puedo evitar cierta sensación de mareo. Como si el suelo se moviera mientras andas… Y es que uno de los grandes efectos de la decoración de este inimaginable espacio barroco, es precisamente el de movimiento.
Pero más allá de eso, el asombro. De nuevo el color blanco de las paredes y techos deslumbra en su sencillez frente a la recargadísima decoración de estucos. Una belleza asombrosa que nos hace preguntarnos a qué loco se le ocurriría un espacio así. De hecho no se sabe con certeza quién la diseño.
Espero que estos 10 puntos os hayan picado la curiosidad, y os decidáis a visitar esta joya del barroco español y granadino. Está incluida en las visitas de la Granada Card, así que aún más fácil.[/vc_column_text][vc_single_image image=»3149″ img_size=»large» add_caption=»yes» alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d»][vc_icon icon_fontawesome=»fa fa-info» color=»custom» background_style=»rounded-outline» background_color=»green» align=»center» custom_color=»#497b0d»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]
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Información práctica
- Dirección: Paseo de Cartuja, s/n, 18011 Granada. Está algo alejada del centro, por lo que si no os apetece dar un paseo tendréis que recurrir al transporte.
- Teléfono: 958 161 932
- Horarios: Lunes a viernes y domingo 10.00-18.00. Sábados 10.00-13.00 y 15.00-18.00
- Cómo llegar: desde el centro de la ciudad en autobús con la línea 8 o en taxi. Andando se puede dar un paseo de unos 40 minutos, o bien coger un taxi. Si venís con vehículo propio o habéis alquilado coche, moto o bicicleta, consultad el mapa adjunto.
- Precio: incluye audioguía. General 5€, jubilados y estudiantes 3´50. Menores de 10 años gratis.
[/vc_column_text][vc_column_text]Recordad que esta ciudad tiene otros monumentos clave para la historia del arte en España, de los que os hablo en Monumentos que visitar en Granada: los 8 más importantes.
Y no olvidéis estos 10 motivos para visitar la Cartuja de Granada.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_gmaps link=»#E-8_JTNDaWZyYW1lJTIwc3JjJTNEJTIyaHR0cHMlM0ElMkYlMkZ3d3cuZ29vZ2xlLmNvbSUyRm1hcHMlMkZlbWJlZCUzRnBiJTNEJTIxMW0xOCUyMTFtMTIlMjExbTMlMjExZDEyNzE0LjY3MTUxODQ4NDcxOCUyMTJkLTMuNjAzMzc2MjE2MzA5MjkxJTIxM2QzNy4xODQzNjMwODE5ODc3MyUyMTJtMyUyMTFmMCUyMTJmMCUyMTNmMCUyMTNtMiUyMTFpMTAyNCUyMTJpNzY4JTIxNGYxMy4xJTIxM20zJTIxMW0yJTIxMXMweGQ3MWZjZGRhOWIzOTgzYiUyNTNBMHhkODM5ZTM0ZTg2YmQ2MmVlJTIxMnNNb25hc3RlcmlvJTJCZGUlMkJOdWVzdHJhJTJCU2UlMjVDMyUyNUIxb3JhJTJCZGUlMkJsYSUyQkFzdW5jaSUyNUMzJTI1QjNuJTJCJTI1MjJMYSUyQkNhcnR1amElMjUyMiUyMTVlMCUyMTNtMiUyMTFzZXMlMjEyc2VzJTIxNHYxNTQyMzk1MDk5NzQwJTIyJTIwd2lkdGglM0QlMjI2MDAlMjIlMjBoZWlnaHQlM0QlMjI0NTAlMjIlMjBmcmFtZWJvcmRlciUzRCUyMjAlMjIlMjBzdHlsZSUzRCUyMmJvcmRlciUzQTAlMjIlMjBhbGxvd2Z1bGxzY3JlZW4lM0UlM0MlMkZpZnJhbWUlM0U=»][/vc_column][/vc_row]
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