La ruta de los Cahorros es, junto a la Vereda de la Estrella, el sendero más popular de Granada. Y no es por casualidad: puentes colgantes, cascadas, paso por garganta y espectaculares vistas se van sucediendo a lo largo del camino.
Pero todo tiene un precio, y su popularidad hace que a veces esté demasiado transitada; especialmente en primavera en la época del deshielo, cuando el río viene con su mejor caudal. Pero la ruta merece la pena hacerse con gente o sin ella, por la variedad de vistas y botánica, por los pasos estrechos y esa sensación de aventura que deja.
A pesar de ser una ruta fácil y apta para todos, no es recomendable hacerla con niños menores de 8 años, porque no se puede pasar con ellos en brazos o cargados a la espalda la parte de la garganta. Habría que pasar por el cauce del río y dependiendo del caudal es viable o no.
La ruta de los Cahorros discurre por el Parque Natural de Sierra Nevada, y se queda a las puertas del Parque Nacional, Reserva de la Biosfera. Arrojar basura o arrancar plantas no sólo demuestra tener poca vergüenza, en este caso además es un delito y tiene multa.
Aunque sea fácil, no está exenta de ciertos riesgos. Buena parte transcurre por zonas húmedas, a veces hay que pasar a gatas o agarrándose de ferratas; y la parte que va por lo alto de la garganta, pasa junto a varios barrancos. Por todo esto, no es muy de sentido común hacerla con calzado de calle.
Lo digo porque se ve a familias que se han adentrado en el sendero vestidos como para salir a tomar unas cervezas, y un calzado inadecuado en los Cahorros puede dar lugar a resbalones y torceduras.
La ruta de los Cahorros es uno de los senderos más populares de Granada: puentes colgantes, cascadas, paso por garganta y espectaculares vistas se van sucediendo a lo largo del camino.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
- Ubicación: Los Cahorros se encuentran en el pueblo de Monachil (no confundir con el Barrio de Monachil), a 14 km. de Granada. El sendero parte desde el mismo pueblo siguiendo el cauce del río.
- Cómo llegar.
Vehículo privado: lo mejor es aparcar en el parking del pueblo, junto al río. Hay otro párking más arriba de Monachil, pero entonces nos perdemos toda la parte de la ribera baja.
Transporte público: se puede llegar a Monachil en autobús público con las líneas 183 (de Lunes a Sábado no festivo) y 181 (Domingos y festivos). La parada en Granada está en Los Basilios, junto al Puente Blanco del Genil.
- Enlace wikiloc: recorrido, altitud, etc.
La ruta de los Cahorros de Monachil
Tramo de ribera: de Monachil pueblo al puente largo.
En el mismo pueblo de Monachil, un poco más adelante de la sede de la Policía Local, comienza la ruta que va junto al río. En seguida se pierden las casas y entramos en otro mundo, un camino muy húmedo normalmente y precioso, con abundancia de líquenes y plantas propias de este ecosistema.
Es importante en este tipo de senderos de ribera el respetar una de las máximas del senderismo: no salirse del sendero marcado. Se trata de ecosistemas muy frágiles, auténticas selvas en miniatura como podéis ver en la imagen de abajo; son muy endebles ante las pisadas de los caminantes. Salirse de la senda es destrozar endemismos y plantas que sólo pueden crecer en estas condiciones.
El camino tiene varios puentes colgantes pequeños y va ganando en altura poco a poco. Se deja la ribera del río y el paisaje se abre entre los árboles; se pueden ver preciosas vistas de las montañas, algunas cascadas formadas por las lluvias de primavera... Y esa mezcla de colores increíble que tiene el campo cuando los árboles y arbustos despiertan tras el invierno: calderas, rojizos, verdes casi amarillos.
No hay que esperar al otoño para disfrutar de colores en la naturaleza. Y en esta zona al ser montaña, junto a río y encajonada, suele despertar todo algo más tarde. La temperatura también cambia y hay que contar con eso si se planifica visitarlo en invierno u otoño.
Estas fotos son de mediados de Mayo y ya veis, algunos árboles apenas han empezado a abrir las yemas. Siempre hay que calcular unos grados de menos, y por supuesto no hacer este sendero si hay peligro de tormentas.
2. El puente colgante.
La ruta de los Cahorros tiene un hito importante en este puente. Una estructura colgante de 63 metros de largo no apta para personas con vértigo. Hay que hacer caso del letrero que advierte de no saltar ni balancear en el puente, ni transitarlo más de 4 personas a la vez.
3. La garganta del río Monachil.
A partir del puente colgante, la ruta de los Cahorros discurre por el cauce encañonado del río. El sendero no es más que un paso estrecho por el que no cabe más de una fila de personas, en una base de cemento construida sobre el lecho. En algunos puntos las rocas salientes, obligan a agarrarse de ferratas que hay instaladas, o a agacharse en cuclillas; o incluso a gatear.
Hay que tener a veces paciencia porque no queda más remedio que caminar en fila india, cruzarse con grupos en dirección contraria o gente que es más lenta en los pasos complicados.
Es una de las partes más espectaculares de la ruta, disfrutando de la vista de los cortados, las caprichosas formas y tonos de las rocas, árboles agarrándose a donde han encontrado... Uno de los puntos más especiales es la Cueva de la Paloma, un paso cerrado por una enorme roca redonda que forma un túnel natural.
4. Salida de la garganta y prado de las Azuelas.
Este es un lugar típico para pararse a comerse un bocadillo, o simplemente sentarse a disfrutar de las vistas del prado.
Desde aquí parten otros senderos que amplían la ruta de los Cahorros, pero para nosotros es el momento de descansar 5 minutos antes de emprender el camino de vuelta. Este recorrido circular son unos 8´5 km. y se puede realizar perfectamente en una mañana y estar de vuelta a comer en el pueblo. Pero en Wikiloc encontraréis senderos alternativos más largos, para los que queráis andar más.
En el mismo prado veréis un pequeño puente colgante sobre el río, que es el que hay que tomar para volver.
4. Vuelta por el Camino de la Solana.
Tras cruzar el puente tenemos dos opciones. Se puede subir por el sendero que serpea cuesta arriba, y que nos lleva a la base de los cortados del monte de la fotografía. Es más cansado pero las vistas son mucho mejores, claro está.
O bien seguir el sendero hacia la izquierda más llano, aunque igualmente irá tomando altura. De cualquier modo el camino de vuelta discurre por lo alto de los Cahorros y sin demasiada arboleda. Es una vista completamente diferente; agreste, rocosa y de altura.
Ya os avisé que esta ruta tiene un poco de todo, y ahora comienza la parte escarpada y de vistas impresionantes sobre el tajo. El sendero discurre hasta pasar bajo un cortijo medio arruinado, el Cortijo del Cerrillo; desde esta parte hay unas vistas espectaculares.
También a los que os guste la botánica, disfrutaréis con el cambio tan drástico de especies.
5. Era de los Renegrales y Era de Portachuelos.
Estas eras son los siguientes puntos a alcanzar, y marcan el final de la ruta. Pero suponen dos miradores increíbles desde los que sorprenderse de las vistas; tanto de las cumbres como del cañón del río.
También podréis admirar los grandes cortados de roca caliza, motivo por el que la ruta de los Cahorros es también muy popular entre los escaladores. Es muy normal ver personas practicando este deporte en las paredes.
Estas eras aún conservan parte del solado antiguo, cuando se usaban para trillar y aventar, separando el grano de la paja. Son dos puntos de foto fija, nadie queda indiferente por las vistas.
7. La vuelta a Monachil.
El camino ya baja pronunciadamente no sin antes darnos una última sorpresa.
Si la ribera nos mostraba suelos húmedos y ricos, y las alturas suelos rocosos y pobres, en la bajada encontramos suelos pizarrosos. Su tono tan oscuro contrasta especialmente en primavera, con los fuertes colores de los brotes y las nuevas ramas.
Y ya con esta foto me despido. Recordad que podéis consultar todas las rutas publicadas en la etiqueta senderismo.
No creo que haya que insistiros mucho para que realicéis la ruta de los Cahorros. Se hace en medio día si vais con prisa, es tan fácil como espectacular su recorrido. Y es completamente diferente a lo que se suele vender de Granada. ¿No os parece?
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