[vc_row][vc_column][vc_single_image image=»3144″ img_size=»full» add_caption=»yes» alignment=»center»][vc_separator color=»green»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Como una visión extraterrestre, la cascada verde de Alicún de las Torres aparece en medio de los bancales de tierras rojizas y espartales, que caracterizan esta comarca. Y para rizar el rizo sus aguas son termales, por lo que si la visitáis a la puesta de sol y en día nublado, podéis sorprenderos con un paisaje tan misterioso como este.
Forma parte de un pequeño sendero, más bien paseo, en el que no sólo se encuentran otras pozas termales; toda una suma de rarezas como los acueductos del Toril, formaciones de las que sólo existen dos ejemplos más en todo el mundo. De todo ello y de mi visita a una parte alucinante del futuro Geoparque de Granada, os hablaré pronto.
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Aguas termales en medio del campo.
La villa de Alicún de las Torres en Granada, es conocida por su balneario. Varios nacimientos en los alrededores surten sus fuentes y baños, y los excedentes así como afloramientos menores, se reparten en pleno campo en parajes como el Toril o La Raja.
No es un caso único, ya os he hablado de las de la Comarca de Alhama de Granada (La Malahá y Alhama); muy cerca de Granada están las famosas y polémicas «termas» de Santa Fe. En la Alpujarra encontraréis el reconocido Balneario de Lanjarón y, mucho más cerca de Alicún, el de Cortes y Graena y los baños de Zújar, a orillas del espectacular Pantano del Negratín.
Ya veis que oferta termal no le falta a Granada, y algunas de ellas en plena naturaleza sin nada que moleste alrededor. Quizás eso hace aún más especial a la cascada verde de Alicún de las Torres.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
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