La ruta de El Toril transcurre junto a los baños de Alicún de las Torres, en la Provincia de Granada. Aunque como sendero es más bien un paseo, su principal interés es la de descubrirnos una formación geológica casi única.
La Acequia del Toril es una rareza de la que sólo existen tres ejemplos en el mundo; pero es que además vas a disfrutar de una naturaleza extraña, plagada de endemismos. De cauces, pozas y cascadas de aguas termales, y de una necrópolis de dólmenes con su propio menhir.
Teniendo esto tan cerca y en un paraje tan especial, ¿te lo vas a perder?
La acequia natural de #eltoril es uno de las maravillas del futuro #geoparque del cuaternario #Granada.
Cómo llegar.
Para llegar a esta zona de Granada en coche, qué más ver y sugerencias de comida y alojamiento, te remito al artículo La zona de Gorafe.
La ruta de El Toril comienza junto al balneario de Alicún de las Torres, justo al pie de la explanada para aparcar.
Dificultad: fácil.
Longitud: 2-4 km. aprox. dependiendo lo que se explore.
Desnivel: 92 m.
Circular: sí.
Mejores épocas para ir: otoño y primavera. En verano se puede hacer temprano y pasar el calor en la espectacular piscina e instalaciones que hay junto al balneario.
Ruta de El Toril de Alicún.
1. La Raja del Toril.
Bajando las escaleras que comienzan en el aparcamiento hay un camino que bordea toda la zona de verano del complejo termal de Alicún. Pasear por la Loma de la Raja o de las Palomas, como se llama, nos permitirá ver el cauce de las aguas y algunas pequeñas cascadas. Nos sorprenderán los colores que las algas y los sedimentos minerales de las aguas provocan, y las formaciones geológicas como las calizas que datan del Jurásico Inferior (entre 200-180 millones de años).
2. La Acequia de El Toril.
La estrella de la ruta y, como os he comentado, una rareza de la que sólo hay otras dos en el mundo.
Recuperando el nivel que hemos descendido, volvemos al aparcamiento y tomamos el sendero de tierra que sale de él. Pronto empezaremos a ver una pared de piedra forrada de plantas, que va ganando en altura y dividiéndose en diferentes tramos paralelos.
Aunque se llame acequia, se trata de una formación natural provocada por los sedimentos minerales de las aguas; los humanos se han beneficiado de esta característica natural desde el neolítico, y creado diferentes ramales.
Qué es la Acequia de El Toril.
Para que os hagáis una idea, se estima que la formación crece a 3 milímetros anuales… Lo que supone que las zonas más altas tienen una antigüedad de 25.000 años; y en su base llega a los 3 metros de anchura, mientras que la cima tiene sólo 70 cm. Alucinante.
La naturaleza calcárea de las aguas ha hecho que se forme este acueducto natural mezclándose con restos vegetales, en lo que se denomina travertinos. Estos materiales travertinos abundan en la provincia granadina y podéis verlos también en otros artículos como Los Tajos de Alhama o El barranco de Lentegí. Pero como ya os dije arriba, las paredes creadas son casi únicas a nivel mundial.
Una de las cosas que más os llamará la atención, es la densa vegetación que cubre la acequia. Se trata de especies propias de ecosistemas húmedos, muy raros en el entorno más árido que caracteriza la zona, y algunos de ellos endémicos como el “limonium alicunensis”.
Si os interesa más técnicamente la cuestión botánico-geológica, os dejo un enlace de un estudio de la vegetación del entorno. Caminar acompañando la acequia, meterse por entre sus numerosas grietas y contemplar las vistas y pasillos de la ruta, es toda una experiencia. En varios puntos encontraréis panorámicas sobre la formación, con vistas a la vega de Alicún y con el monte de El Mencal de fondo.
Llegaréis a una parte ancha del camino con un imponente mojón rocoso, a partir del cual el sendero se estrecha bastante para acceder a las cascadas y pozas.
3. Las pozas y cascadas verdes de Alicún.
Una sorpresa inesperada es encontrarse con varios ramales surcando la ladera, todos de aguas termales. Por el recorrido que llevan al exterior la temperatura desciende de los 35 grados en su nacimiento a unos 22, por lo que remojarse sólo es aconsejable en días templados.
El color de las algas y plantas del curso hacen que las aguas parezcan verdes, contrastando con los ocres y amarillos de los sedimentos. Si lo visitáis al atardecer, la paleta de colores es aún mayor y podréis contemplar en persona, las alucinantes puestas de sol de esta zona de Granada.
Ver las pozas humeando bañadas por la luz del atardecer os va a enamorar.
4. Los dólmenes de Alicún y el Menhir de la Lluvia.
Volvemos a ascender buscando una pequeña meseta desde la que se domina la zona. Se trata de una necrópolis megalítica (sí, otra más que contribuye a los más de 200 dólmenes repartidos por los alrededores); de hecho en el recorrido hay otra zona más de enterramientos, en la parte baja del sendero. Pero éste tiene la particularidad de estar centrado por un menhir. Otro lugar con magia para contemplar la puesta de sol.
Y ya sólo nos queda bajar hacia el aparcamiento para terminar este paseo tan sorprendente y único. No estaremos sudando por el esfuerzo, pero os aseguro que los ojos se van llenos de los sorprendentes contrastes y escenarios de la ruta de El Toril.
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